
- ¡Vaya! Ya está... ¡Y qué fácil! Yo me pregunto por qué no escoge todo el mundo el cómodo y oficio de ladrón. Con un poco de habilidad y de reflexión, nada resulta más encantador. Un oficio descansado..., un oficio de padre de familia... Incluso es demasiado cómodo.... hasta resulta fastidioso.
Que grande! Otro aficionado a los escritos del maestro LeBlanc. Yo hace años que los leí y de ahí mi nick en todos lados.
ResponderEliminarAcabo de encontrar tu blog... interesante, vamos a leer (y releer) algunas cosas...
Un abrazo,
Arsenio